lunes, 25 de enero de 2016

¿Vivimos Según El Espíritu o La Carne?

El ocuparse de la carne es muerte  (Romanos 6:1-23)
Andar en delitos, pecados, en los deseos de la carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, es muerte, porque el ocuparse de la carne nos lleva a pecar y la paga del pecado es muerte (Efesios 2:1-3 - RVR1960).
En Jesús fuimos circuncidados, al echar de nosotros el cuerpo pecaminoso carnal (la circuncisión de Cristo) (Colosenses 2:11). Nuestro viejo hombre fue crucificado, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado, hemos muerto al pecado ya no vivimos más en él, considerémonos muertos al pecado, pero vivos para Dios.
Presentémonos nosotros mismos a Dios y nuestros miembros a él como instrumentos de justicia y no reine más el pecado en nuestro cuerpo, no lo obedezcamos en sus concupiscencias; no presentemos nuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad.

Somos Esclavos de aquel a quien Obedecemos, 
sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia

Hemos sido libertados del pecado por obedecer la doctrina de Cristo (de la obediencia para justicia) y por ello vinimos a ser siervos de Dios, siervos de la justicia, ahora presentamos nuestros miembros para servir a la justicia y tenemos por fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.

El ocuparse del Espíritu es Vida y Paz. Si el Espíritu está en nosotros, pensaremos en las cosas del Espíritu y viviremos según el Espíritu, haciendo morir los deseos de la carne que nos llevan a Pecar y estaremos libres de la ley del pecado y como resultado libres de la muerte, porque si por el Espíritu hacemos morir “las obras de la carne”, viviremos.
Andar conforme al Espíritu hace que la Justicia de la ley se cumpla en nosotros y por eso ninguna condenación hay para nosotros. Andar conforme al Espíritu nos hace estar en Cristo Jesús y ser hijos de Dios. (Romanos 8)

Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. (Romanos 8:9)

Los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado (Rom 6:6). Si andamos en el Espíritu, no cumpliremos los deseos de la carne y no estaremos bajo la ley. El deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne. (Gálatas 5)

El ocuparse de la carne es muerte (Romanos 8)
Los que son de la carne piensan en las cosas de la carne. Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios, porque los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden. Hay condenación para los que andan conforme a la carne, porque el ocuparse de la carne es muerte, por eso si vivimos conforme a la carne, moriremos.
Los que practican Las Obras De La Carne no heredarán el reino de Dios (Gálatas 5)




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