“Encomienda a Jehová tus obras, Y
tus pensamientos serán afirmados”.
Proverbios 16: 3 (RVR1960)
En la Biblia vemos que Ninguno de los que se
dejaron guiar por Dios fracasaron, sin embargo, sí cuenta algunos personajes
que obraron guiados por su corazón, y que terminaron sufriendo los resultados
de su error.
En el libro de Jueces, capitulo 6 encontramos la
historia de Gedeón, un hombre que deseaba que sus pensamientos fueran afirmados
y pidió señal a Dios, con el fin de recibir confirmación en cuanto a la tarea
que debía cumplir y Dios le contestó a Gedeón no una sino dos veces.
Él desea que confiemos en Él, no en nuestro corazón
que es engañoso y perverso (Jeremías
17:9). Cuando nos acercamos a Él buscando su voluntad y dirección,
entonces Él afirma nuestros pasos y nos asegura bendición y éxito en todo lo
que hagamos, su confirmación quitará toda duda y margen de error.
“Te haré
entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos”. Salmos 32:8 (RVR1960)
“Así ha dicho
Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te
enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir”. Isaías 48:17 (RVR1960)
Encomendar
nuestras obras a Dios quiere decir entregarlos a la voluntad de Dios y
reconocer que no está dentro de nosotros el guiar nuestros propios pasos. Necesitamos poner delante de Dios nuestros planes y
esperar su aprobación, y así seguir adelante confiado en que lograremos con
éxito nuestro objetivo. Si por el contrario obramos sin consultar a Dios,
entonces habremos confiado en nuestra propia prudencia (Proverbios 3:5-6), y
estaremos a merced de las consecuencias.
“El corazón del hombre
piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos.” Proverbios 16:9
(RVR1960)
Como
Cristianos debemos saber que nuestras obras tendremos que encomendarlas al
Señor, por eso todas ellas deberán estar dentro de su voluntad, porque si
nuestras obras no están en la Voluntad de Dios no lo aceptará, y si a pesar de
eso llegará a prosperar no será gracias al Señor de Señores, sino a otro señor
y no será para bendición, porque como dice La Biblia “El árbol malo no pueda dar buenos frutos” (Mateo 7:18, Lucas 6:43)
Y esta es la confianza
que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos
oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que
tenemos las peticiones que le hayamos hecho. 1 Juan 5:14-15 (RVR1960)
Debemos encomendar nuestros caminos a
Dios para que podamos ser bendecidos, para que aún en nuestros pensamientos no
seamos confundidos o tengamos algún temor, alguna duda, etc. Él nos guiará a
tomar la decisión más conveniente, y tendremos la firmeza y confirmación de que
Dios está respaldando esa decisión, para que así tengamos la plena seguridad
que él nos dará esa bendición.
Dios
anhela bendecirnos y Cuando encomendamos nuestros planes y obras al Señor,
estamos diciendo, "Que sea hecha tu voluntad, Padre, no la mía."
Encomendemos nuestras obras a Dios
Amado/a Amigo/a y que Dios nos
bendiga, en el nombre de Jesús, Amén.
Oración:
Padre,
quiero que tu voluntad sea mis planes.
Quiero
que tu gloria sea mi meta.
Hay
cosas que quiero hacer.
Sin
embargo, si estos planes no sean para tu gloria,
Si
estos planes no sean una bendición para mi familia
O
a los sobre los cuales tengo influencia,
Derrótame
en ellos y guíame a otros que si serán una bendición.
Quiero
que seas glorificado en lo que hago.
Quiero
ir a donde tu gracia me guie.
Quiero
encomendar mis caminos, mis planes y mis obras a ti a tu gloria.
En
el nombre de Jesús, oro, Amén
Fuentes:
Autor: Dilean Cañas
Quelle: cvclavoz.com
Israel Yañez
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